DULCES MENTIRAS
El atardecer es un buen momento para escribir...para intentar a travès de un bello paisaje, la naturaleza, niños jugando ...aflorar emociones nuevas en las que muchas veces no reparas. Sentir la luz de un sol que se va ocultando, la brisa de la tarde...la bulla, observando con cautela cada detalle como si fuera la primera vez que lo vieras , hacièndolo con tal gusto y tanta pasiòn ...describir la naturaleza humana ha sido siempre un enigma, aùn a mi parecer teniendo la ventaja de ser uno de ellos y poderlo hacer tan sòlo con conocernos un poco nosotros mismos...pero aùn asì es maravilloso poder rescatar con la paciencia las cosas màs simples de la vida que al fin y al cabo son las que te hacen màs feliz...como un amor sincero, la confianza, la amistad, la lealtad..tratamos de elaborar al màximo nuestro mundo, complejizarlo lo màs simple y volvemos para darnos cuenta que lo ùnico que necesitamos es sentirnos queridos, es tener alguien en quien confiar cuando tengas penas, alguien con quièn compartir tus alegrìas...es una verdad que todos tardamos en descubrir porque pensamos que el mundo se puede llenar de muchas maneras y volvemos, en realidad sì lo hacemos a conclusiones tan simples y tan ciertas...
El dinero, el poder, la satisfacciòn del logro personal se hace nada ...